Hoy en clase hemos hecho una encuesta en la que reflexionábamos y recordábamos a nuestros profesores de historia. Os preguntaréis el por qué de esta entrada y es que al hacer la encuesta me di cuenta de mi mala suerte con los profesores de historia.
La encuesta tenía las siguientes preguntas:
¿Qué recuerdas de tus clases de Historia cuando eras alumna/o?
a) ¿A qué profesor/a recuerdas? ¿Cómo
hacían sus clases?
b) Intenta especificar:
- Materiales
- Contenidos
- Actividades
- Evaluaciones
c) Cuando ya seas maestro/a:
- ¿Cómo te gustaría hacer tus clases y que te gustaría que tus estudiantes recordaran de ti?
- ¿Cómo te gustaría hacer tus clases y que te gustaría que tus estudiantes recordaran de ti?
d) ¿Qué aspectos cambiarías en la enseñanza de la Historia de tu
época de estudiante, ¿Cuáles mantendrías?,
¿Por qué?
Y mis respuestas fueron:
Me pareció muy interesante hacer esta encuesta para darme cuenta del gran cambio que hay que hacer a la hora de enseñar historia. Es una asignatura con muchísimas cosas que aportar a los alumnos porque:
- Facilita la comprensión del presente
- Prepara a los alumnos para la vida adulta
- Despierta el interés por el pasado
- Potencia en los alumnos un sentido de identidad
- Ayuda a comprender la realidad de otros países y culturas
- Enriquece otras áreas del currículum
- Etc.
Por todo ello, debemos plantarnos la enseñanza de la historia de una forma diferente, porque las hay. Mis propuestas:
- Cambio radical en la metodología de enseñanza y la forma de estudiar de los alumnos, nada de aprenderse de memoria hojas y hojas que vamos a olvidar al hacer el examen.
- Más mapas conceptuales que organicen y simplifiquen la información y más dinamización en las clases, aprovechando las nuevas tecnologías.
- Clases dinámicas y participativas, con actividades en grupo, más investigaciones...
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